“La casualidad hizo que me encontrase a Caro. Llevaba tiempo pensando en hacer algo diferente por las tardes a lo que llevaba haciendo durante años, algo que implicase dedicarme un rato a mi, algo que me enseñase a escucharme, a quererme, a respirar y de repente un día que realmente necesitaba un cambio , me senté en el coche y había un folleto de sus clases. Sin pensarlo llamé y desde ese momento hasta ahora no ha a habido día que me haya arrepentido. Llegar a su clase y que te reciba siempre con una sonrisa hace que el día se ralentice, todo vuelve a la calma después de un largo día de trabajo, transmitiendo equilibrio, aportando paz. Caro pone toda su atención y todos sus conocimientos para que cada alumno evolucione en su aprendizaje , respetando cada ritmo , nos enseña a tomar conciencia de cada parte del cuerpo y nos anima a ir más allá de nuestras limitaciones mentales, siempre probando cosas nuevas, respirando y disfrutando. Gracias a a sus clases he aprendido a identificar mis miedos y limitaciones , a trabajar con ellas y no en su contra, aprendiendo a evitar frustraciones. Caro es paciente, es delicada, tiene una enorme capacidad para enseñar y una pasión por el yoga que se contagia. Gracias por enseñarme y gracias por abrirme las puertas a este nuevo mundo”

Cristina Areces